La guerra en Italia finalizó los primeros días de mayo de 1945. Sin embargo, el 25 de abril de ese mismo año, los soldados nazis y fascistas se retiraron de Turín y Milán. Esta es la principal razón de la fiesta de la Liberación.
¿Qué sucede cada año el 25 de abril en Italia?
El 25 de abril de cada año en Italia se celebra la fiesta de la Liberación, que tuvo lugar en 1945. Aunque la ocupación alemana y fascista en Italia no terminó en un solo día, el 25 de abril se considera como una fecha simbólica. Esto, porque en 1945 inició de la retirada de los soldados de la Alemania nazis y los fascistas de la República Social Italiana (RSI). Ésta era conocida también como República de Salò, régimen, que existió entre septiembre de 1943 y abril de 1945. El RSI dirigido por Benito Mussolini, para gobernar parte de los territorios italianos controlados militarmente por los alemanes después del armisticio de Cassibile. La retirada de los soldados de las ciudades de Turín y Milán, inició después de que la población se hubiera rebelado. Los partisanos se organizaron de forma coordinada para recuperar el control de algunas ciudades.
“I partigiani della Maiella e della Settecomuni 1945” Foto por: dindolina is marked with CC PDM 1.0
Elegir el 25 de abril como el “Día de la Liberación” (Aniversario de la Liberación de Italia) se tomó el 22 de abril de 1946. Por el gobierno provisional italiano, el primero dirigido por Alcide De Gasperi y el último de el Reino de Italia. Estableciendo con un decreto que el 25 de abril debe ser un “feriado nacional”.
¿Qué pasó antes?
En los primeros meses de 1945, al norte de Italia, miles de personas, en su mayoría partisanos, lucharon contra la ocupación alemana y el RSI. Al sur del valle del Po en marzo de 1945 muchos soldados de ocupación intentaban resistir la ofensiva final de los aliados. Esta ofensiva se intensificó a partir del 9 de abril (en una zona al este de Bolonia). La ofensiva fue un éxito, por la superioridad de los hombres y medios de los atacantes, así como por el sentimiento general de desconfianza existente.
El 10 de abril, el Partido Comunista distribuyó a todas las organizaciones locales con las que estaba en contacto la “Directiva n. 16 “. En esta comunicaba que había llegado el momento de” desatar el ataque definitivo “. Seis días después, el CLNAI (Comité de Liberación Nacional de la Alta Italia) emitió instrucciones de insurrección general similares.
“La Liberazione di Asiago – aprile 1945” Fotografía por: dindolina is marked withCC PDM 1.0
Los días previos
Los partisanos organizaron y lanzaron ataques a los centros urbanos. Un ejemplo fue el ataque del 19 de abril a Bolonia, liberada después con apoyo de los aliados. El 24 de abril de 1945 los aliados cruzaron el Valle del Po. El 25 los soldados alemanes y los de la república de Salò comenzaron a retirarse de Milán y Turín. En Milán, la mañana previa, se proclamó una huelga general, anunciada en la radio “Milano Libera” por Sandro Pertini, futuro presidente de la República.
Se utilizó la imprenta “Corriere della Sera” para imprimir los volantes que anunciaban la victoria. El 25 de abril, por la noche, Benito Mussolini parte hacia “Como“, fue capturado dos días después por los partisanos. Siendo finalmente asesinado el 28 de abril, día en el que Milán era liberada.
Las portadas de los periódicos el 25 de abril de 1945
Los periódicos italianos celebraron el 25 de abril de 1945 como un día importante en la guerra. No solo “L’Unità” e “Il Popolo”, periódicos oficiales del Partido Comunista y la Democracia Cristiana, sino también “Corriere della Sera”. Los primero dos impresos en partes de Italia liberadas. El último había estado cerca del régimen durante el período fascista.
El 26 de abril, el Corriere salió con una especie de “número único” con el diario “Il Nuovo Corriere”. El editor de la edición era Mario Borsa, un periodista antifascista a quien CLN confió temporalmente la dirección del diario. Sólo los titulares de primera plana de la prensa del 26 de abril ignoraron por completo los combates en el norte de Italia. En su lugar, de la “resistencia fanática” de los soldados alemanes en Alemania, que ahora controlaban sólo unos pocos barrios de Berlín.
